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La Función de Auditoría Interna no se escapa de los cambios constantes que enfrentan las organizaciones; nuevas tecnologías (inteligencia artificial, automatizaciones, entre otros), nuevos esquemas de trabajo remoto o híbrido, y nuevos riesgos que se van incrementando a medida que las organizaciones buscan ser más rentables y sostenibles. Es por ello que, para lograr transformar los procesos de auditoría se requiere incorporar la innovación como parte de la estrategia de auditoría interna.
Cuando pensamos en innovación, generalmente nos viene a la mente diseñar y crear. Sin embargo, aunque esos elementos son relevantes para la innovación, es importante considerarla como una competencia clave para el modelo de talento que se requiere en la Función de Auditoría Interna. Esta habilidad no solo representa la implementación de una herramienta, nuevas tecnologías o el uso de robots en la ejecución de ciertas tareas, sino que también define la forma de pensar, planificar y ejecutar el trabajo.
La innovación en las Funciones de Auditoría Interna se puede aplicar en el talento, por ejemplo, integrando estrategias para el desarrollo del conocimiento mediante la rotación de los auditores en las distintas áreas de la organización, que sean consideradas de alta complejidad. Esta práctica permite fortalecer el conocimiento del negocio y, del mismo modo, entender de forma más precisa los riesgos y atributos que deben incluirse en nuestras auditorías. Además, se puede considerar la incorporación de auditores invitados para reforzar el conocimiento en áreas específicas, tales como, auditores especialistas de ciberseguridad o sostenibilidad, entre otros.
Otras formas de innovar incluyen la incorporación de estrategias de liderazgo inclusivo, diverso y participativo, que puedan conectar con los equipos de manera genuina y alcancen la motivación y el compromiso necesario para cumplir los objetivos del equipo, no solo los individuales.
También, es posible innovar al integrar automatizaciones en los planes y programas de trabajo, así como en la forma de identificar los riesgos, buscando mecanismos que fomenten una comunicación oportuna y suficiente con las partes interesadas, y en cada uno de los elementos que conforman nuestra estrategia y plan de auditoría. La adopción de metodologías ágiles, dinámicas y flexibles es parte de los aspectos que podemos considerar al momento de innovar en nuestras funciones de auditoría interna.